Gastronomía y crimen

No es raro que palabras como crimen y gastronomía aparezcan asociadas.

Matar, ligado al hecho de comer, ha garantizado durante siglos seguir con vida  a todos los carnívoros del mundo e incluso a los vegetarianos. Matamos para comer o algún “sicario” lo hace por nosotros. Cordero, calamar o berenjena son pasados a cuchillo antes de ser condimentados y cocinados.

“Somos lo que comemos”, y los personajes de las novelas negrocriminales entre otras muchas cosas, también son lo que comen. O lo que no comen. Cuando los autores crean a sus criaturas las llenan de hábitos (en el género negro suelen ser malos hábitos) para hacerlos creíbles. Les hacen beber, fumar, dormir o sufrir insomnio. Y también les hacen comer. De todo esto iré escribiendo en este blog sin otra pretensión que el entretenimiento. El de la autora y el de aquellos que decidan seguirlo. En él voy a unir dos de mis bastantes  pasiones: la gastronomía y la novela negrocriminal. Las recetas que irán apareciendo pocas veces serán de Autor pero sí de autores y autoras. Las que sirven para elaborar platos deliciosos en cocinas de ámbito domestico. Las que nos han transmitido otras mujeres u hombres para poder compartir lo que para muchos es un placer. Como lo es el de la lectura.