“Ahora se encontraba con él frente a frente: sin sombrero, un mechón de cabello negro cayéndole sobre la nariz afilada. Las manos en el bolsillo del sobretodo que, a pesar del calor, no se había quitado. Y los ojos: verdes, casi transparentes. Apenas pestañeaba, la frente ligeramente arrugada. Soledad y dolor, pero también ironía”.
Ricciardi subía en dirección a su casa; el sol se había puesto pero el calor seguía sin dar tregua. En verano, los domingos a última hora de la tarde la via Toledo adoptaba una apariencia distinta: las familias salían de los bajos, donde la temperatura era insoportable, y para no ahogarse se quedaban en la calle. Los más viejos se sentaban en las sillas que colocaban delante de sus puertas, los más jóvenes lo hacían en cajas de madera que usaban de bancos, y pasaban el tiempo charlando o jugando a las cortes hasta bien entrada la noche. Por las ventanas abiertas de las plantas altas se oía música de las piezas bailables de las radios, risas de niños y gritos de alguna pelea.
En cuanto a la escritura Maurizio de Giovanni me parece que se muestra deudor de los grandes contadores de historias que le precedieron, ambos sicilianos: Giuseppe Tomasi di Lampedusa y Leonardo Siascia. Su estilo es limpio y preciso, aunque para mi gusto la serie peca en exceso de costumbrismo.
Rosa Vaglio era una de esas mujeres de otros tiempos que daba rienda suelta a su afecto cocinando. Y como había nacido muy pobre, para ella, cuanto más se amaba, más había que nutrir, añadiendo condimentos. Y como ella amaba a Luigi Alfredo Ricciardi más que a nada en el mundo, le preparaba unos platos que habrían matado a un toro, si el toro se hubiese arriesgado a probar sus berenjenas a la parmesana.
PARMIGIANA DI MELANZANE ALLA NAPOLETANA
Aproximadamente para 5 o 6 personas (o para menos. Está buenísima fría)
1 kg berenjenas
700 gr de mozzarella
1 kg de tomates (pelar, rallar)
150 gr de queso parmesano (rallar)
Hojas de albahaca
2 dientes de ajo
Aceite
Sal
Lavar y pelar las berenjenas, o no, al gusto. Yo no las pelo. Cortarlas en rebanadas a lo largo, colocarlas en una bandeja, salar, y dejar que escurran el agua durante aproximadamente 1 hora. Mientras tanto preparar la salsa de tomate con aceite de oliva, ajo, albahaca y un poco de sal. Poner al fuego una sartén alta con abundante aceite. Secar las rebanadas de berenjenas con un paño. Freírlas ligeramente y escurrirlas sobre papel absorbente. A parte, cortar en rodajas la mozzarella. En una fuente para el horno no muy grande (conviene que queden altas las capas) untada con un poco de aceite, poner una primera capa de berenjenas; encima una capa de mozzarella, un poco de salsa de tomate y queso parmesano; luego otra vez las berenjenas, y así sucesivamente hasta que agotemos los ingredientes. Debemos acabar con berenjena, salsa de tomate y un montón de parmesano. Colocar la fuente en el horno (precalentado a 200º) aproximadamente unos 15/20 minutos. Decorar con albahaca y servir caliente o frío. Es un plato único. Máximo acompañar de una ensalada verde y pan.