Mérida

Esta etiqueta está asociada a la entrada 1

Bares de novela negra: La cafetería Victoria, de Víctor del Árbol

«Sin prisas, María rompió en pedazos diminutos aquella fotografía de la que no se había separado en los últimos meses…»

(…) En la cafetería Víctoria hacían unas empanadillas buenísimas para desayunar. Estaba ya bastante llena pese a la hora temprana. La clientela era todo un catálogo de noctámbulos resacosos, prostitutas con el maquillaje descorrido y ganas de irse a dormir apurando la última copa con sus chulos, funcionarios de prisiones del turno entrante y trabajadores de las fábricas cercanas. Todos se multiplicaban a través de los espejos gigantes de las paredes, enmarcados en pan de oro que confundían las perspectivas reales del local. En una butaca de tapizado verde se sentaba una vieja llamada Lola que leía las manos. La vieja Lola casi no tenía clientes, y uno no notaba que estaba allí, excepto cuando el pestazo de una flatulencia suya inundaba la cafetería.

–         ¡Quieres que te lea el futuro?

María no tenía futuro, pero igualmente la dejó mirar su mano.

He seguido a Víctor del Árbol desde su primera novela, El peso de los muertos.

Ahora se trata de La tristeza del samurái, que leí recién publicada. En Francia, hace unos meses, la editó Actes Sud, en la prestigiosa colección «Actes noirs» . También se ha publicado en Holanda, en Estados Unidos,  y el Reino Unido. Muy pronto, Mondadori, lo publicará en Italia. En el pasado Festival Quais de Polar que se celebra en Lyon , recibió el premio Le Point du polar 2012. Pas mal, Víctor!.

Sinopsis de La tristeza del samurai

Extremadura 1941 / Barcelona 1981

Dos tramas se desarrollan de forma paralela; una en Extremadura en el año 1941; la otra en Barcelona en 1981. Un crimen cometido durante la posguerra española produce consecuencias en tres generaciones de la familia Alcalá y en aquellos que se han cruzado en sus vidas durante cuarenta años. 

La trama esta bien, pero sobretodo me gusta el ritmo y la lengua literaria que maneja Víctor del Árbol, impregnada de un candor, de una inocencia nada habitual, muy personal, y alejada de los estereotipos que marcan a muchos autores actuales de la novela negrocriminal.

Candor y pasión, son las palabras, que a mi juicio, mejor definirían su obra. En realidad una obra por el momento corta. Dos novelas. Las dos me han gustado.

Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) ex seminarista, mosso d’esquadra y escritor. Como todo buen escritor, ha sido antes que nada buen lector desde niño. En la biblioteca del barrio barcelonés de La Guineueta, pasaba todas las tardes acompañado de sus cinco hermanos, hasta que su madre les recogía al salir del trabajo. ¡Que importantes son las bibliotecas!

«Decidí que quería ser escritor cuando gané un concurso de redacción con catorce años en el seminario, y me regalaron el libro «Réquiem por un campesino español», de Ramón J. Sender», confiesa del Árbol, en una entrevista. Por suerte, abandonó su vida de seminarista cuatro años más tarde, cuando se enamoró.

Vean aquí a Víctor del Árbol hablando de su novela La tristeza del samurái , con el fondo de l´Estació de França, en Barcelona

Archivos

Temas