Petros Márkaris nació en Estambul en 1937. De padre armenio y madre griega.
Con todo el mundo es afable, pero ahora que ya nos hemos visto a través de los años en variadas circunstancias cada reencuentro es una fiesta. Cuando entra en la librería, se abalanza hacia cada uno de los libreros en un abrazo de cariñoso reconocimiento. Cuando te abraza Petros sientes como si un calido y enorme oso te abrazara con fuerza, largo tiempo pero con sumo cuidado de no romperte los huesos.
Petros Markaris creó al comisario Kostas Jaritos que trabaja en la policía, para contarnos su ciudad: Atenas.
Kostas Jaritos, al contrario que su creador, no es precisamente un hombre dotado de muchos encantos. Tiene mal carácter y suele mostrarse intransigente. Para conocer sus virtudes, que las tiene, habrá que irlo conociendo a través de las novelas que protagoniza.
La ciudad de Markaris ya no parece cobijada por su diosa Palas Atenea, cuya inteligencia igualaba a la de Zeus, su padre. La diosa se resigna hoy a ser mera espectadora, desde su mirador privilegiado, de la degradación de su ciudad milenaria.
Al Kostas Jaritos de Markaris le encanta emplear la metáfora en sus discursos. y leer diccionarios, su favorito es el Dimitrakos. Le gusta el café, griego evidentemente, y la comida en familia, más que en la taberna. Adora a su hija Katerina a la que iremos conociendo, a través de las novelas de la serie, primero como estudiante y más adelante como Doctora en Derecho. Adrianí es su tópica y servicial esposa que a pesar de ver la televisión todo el día todavía le queda tiempo par mimar el estómago del comisario. La vida de esta pareja se ameniza con constantes discusiones ya que ambos poseen visiones del mundo opuestas. Son enfados cíclicos que Adrianí suele dar por terminados en el momento en que decide prepararle el plato preferido del comisario: tomates rellenos.
Kostas Jaritos es un personaje negrocriminal bien alimentado.
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Conviene hacer esta receta con los tomates mejores del mercado. Tomates de verano madurados al sol.
8 tomates grandes rojos de carne firme
400 g de carne de cordero, picada ( no es ortodoxo, pero yo utilizo carne picada de ternera)
2 dientes de ajo, picados
perejil picado
una pizca de azúcar
1 cebolla grande, picada
1 cucharadita de orégano
50 g de queso feta
8 aceitunas negras, sin hueso
aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta
Cortar los tomates guardando la tapa de cada uno, y vaciarlos con cuidado de no romper la piel. Reservar la pulpa y dejarlos escurrir sobre papel absorbente durante 1 hora.
Preparar el relleno de la siguiente manera:
Poner en un recipiente la carne de cordero ( o ternera), salpimentarla y agregarle perejil picado, los dientes de ajo, la cebolla y el orégano. Mezclar todo bien. Poner en el interior de cada tomate una pizca de azúcar, sal y pimienta. Rellenarlos con la mezcla. Colocarlos en una fuente untada de aceite y cubrirlos con las tapas. Calentar el horno a 200º. Introducir en el horno la fuente con los tomates durante 45 minutos. Pasado este tiempo, cortar el queso feta en cubitos de unos 2 cm, abrir el horno, y clavar en cada tomate un palillo con el queso feta y una aceituna, ensartados. Dejar unos 5 minutos y sacar del horno. Servir los tomates Adrianí acompañados de arroz. Calientes o fríos.
Si desean pueden utilizar la misma receta para hacer pimientos rellenos. A Petros Markaris también le gustan.
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