Sobre el curry o curri
De curris hay tantos como cocineros y cocineras en la India y en otros países asiáticos. El curri es una mezcla de especias
El termino occidental curri no tiene correspondencia exacta con ninguna receta propiamente de la India. En el Reino Unido se entiende por curri un plato con una salsa espesa e intensamente especiada. En los curris o masalas pueden intervenir desde seis (cúrcuma, cilantro, pimienta, jengibre, chile, comino…) a más de treinta especias.
Curri pues en la tierra de Conan Doyle y masala en la India.
El curri fue introducido en Europa por los ingleses y holandeses que en el siglo XVIII incorporaron a sus cocinas algunos de los hábitos ( los buenos hábitos) gastronómicos que habían adquirido en sus colonias.
Los curris y los masala pueden ser más o menos picantes. Los más picantes son los que proceden de la India, ya que allí, desde el siglo XV hizo furor el chile, nativo y recién llegado de México, que quedó incorporado a su mezcla de especias.
Esta receta me la proporcionó una amiga que residió mucho tiempo en Londres. Este es «su curry». En una de mis más antiguas libretas de recetas aparece con este título. «Curry bueno de Elena».
Lo he preparado muchas veces y siempre sale bien.
Ingredientes para 4
1 ½ de pierna de cordero deshuesada
4 cucharas soperas de aceite con poco sabor ( maíz, girasol…) + 1
1 tacita de agua
2 cebollas grandes, picadas
4 manzanas, peladas y cortadas en cuadritos
4 tomates enteros pelados de bote o naturales sin piel. Picarlos..
1 pizca de azúcar
2 dientes de ajo, picados
una cucharada de hojas de cilantro fresco
2 cucharadas soperas de curry en polvo al gusto (pedir medio, poco o muy picante)
1 cucharadita de café con leche de cada una de estas especias: cúrcuma, comino en polvo, jengibre en polvo, granos de cilantro en polvo
4 pimientas de cayena a trocitos y sin las semillas
2 clavos en grano
Un pellizco de hebras de azafrán.
2 yogures naturales
Sal
Preparar la carne deshuesada, cortándola a tacos pequeños.
En una cazuela poner el aceite y cuando esté caliente incorporar la carne y dorar. Sacarla del aceite y reservarla. En la misma cazuela con el aceite restante, más 1 cucharada, dorar la cebolla. Una vez dorada, agregar las manzana, los tomates, el cilantro fresco y el ajo. Rehogar durante unos 10 minutos, removiendo para que no se pegue.
Pasado este tiempo, agregar una tacita de agua y pasarlo por la batidora ( o el minipimer) para dejarlo como una salsa o puré bien fino.
Incorporar nuevamente a la cazuela y agregar la carne de cordero que teníamos reservada. A partir de este momento, incorporar un poco de sal, el curry, cúrcuma, comino, jengibre, cayena, el cilantro en polvo, y el azafrán. Agregar un vaso de agua. Remover bien y dejar unos 45 min. tapado y a fuego lento.
Para finalizar el plato, deshacer los yogures antes de incorporar a la salsa. Remover y rectificar de sal y especias si se desea. Dejar a fuego lento otros 10 min.
Servir acompañado de un arroz basmati o similar, hervido o hecho al vapor. Al gusto y a la manera de cada cocinero
Consejo:
Este plato esta mejor de un día para otro. Una vez calentado, a fuego muy suave, es quizás el mejor momento para rectificar el punto de cualquiera de los ingredientes ya que se aprecia mucho mejor su sabor.
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Dedicado a los locos apasionados del Círculo Holmes. Joan Proubasta, Jaume Gabaldá, Miguel Ojeda, Lluís Subirá…
A Sherlock Holmes, uno de los primeros detectives sin carnet de la historia negracriminal, le gustaban y sabía mucho de drogas de tipo botánico: la belladona, el opio…la cocaína.
Dicen los sherloquianos que Irene Adler es la única mujer importante en la vida del genial personaje, pero yo me permito discrepar.
La Sra. Hudson, su casera, cómplice y testigo mudo de su excéntrica vida, es por encima de todo, la responsable de que en el 221 B de Baker Street se coma bien.
Algún otro día nos dedicaremos a ella. Hoy hablamos de cordero, de curry, y de opio.
(…) Fue mientras estábamos en el carruaje, al llegar a la casa del entrenador, cuando caí en la cuenta de la inmensa importancia del cordero al curry. Quizá recuerden que estaba distraído, y permanecí sentado aún cuando ustedes habían bajado. Me estaba maravillando el que se me hubiera pasado por alto una pista tan evidente.
– Confieso que incluso ahora no veo que nos pueda ayudar- dijo el coronel-.
Fue el primer eslabón en la cadena de mi razonamiento. El opio en polvo no es, en modo alguno, insípido. No tiene un sabor desagradable pero se nota. De encontrarse en un plato corriente, el comensal sin duda lo advertiría y dejaría de comer. Pero el curry es justamente elmedio que mejor podría disfrazar su sabor. Era absolutamente imposible que este forastero, Fitzroy Simpson, hubiera planeado el que se comiera el curry aquella noche en casa del entrenador, y sería una coincidencia monstruosa el suponer que llegó con el opio casualmente la misma noche en que el azar deparaba un plato que simularía el sabor. Eso es impensable. Por tanto, Simpson queda eliminado del caso y nuestra atención se centra en Straker y su mujer, las dos únicas personas que pudieron decidir que esa noche se cenara cordero al curry.
Las memorias de Sherlock Holmes Estrella de plata
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